Cómo hacer concentrado de hojas en casa
El concentrado de hojas es un alimento súper nutritivo, quizás el más nutritivo de todas las comidas. Básicamente es una cuajada, tal como el requesón o el tofu, con excepción de que está hecho de jugo de hojas y no de leche o de granos de soya.
Hacer concentrado de hojas es un proceso que a gran escala favorece económicamente el costo del equipo especializado, pero también puede hacerse en casa a menor escala usando utensilios de cocina que ya tenemos. Hacer cantidades muy pequeñas tal vez no vale la pena comparado con la cantidad de trabajo que requiere la limpieza. Los pasos para hacer concentrado de hoja son similares en todas las escalas.
Paso a paso
- Primero, junte las hojas y lávelas muy bien.
- Córtelas en pedazos tan grandes como sus dedos.
- Muela o macere las hojas. Esto rompe las paredes celulares de las hojas y libera los nutrientes que hay dentro de las células.
- Ahora exprima o presione la pulpa para separar el jugo? de la fibra.
- Entonces caliente el jugo? rápidamente hasta lograr el punto de hervor revolviendo suavemente. El calor hace que las proteínas y los aceites de las hojas formen una cuajada (como un tofu verde o un requesón verde) que flota en la superficie.
- A continuación, retire la cuajada verde y presiónelo o apriételo hasta remover la mayor cantidad de líquido posible.
- Esta cuajada húmeda es el concentrado de hoja y puede comerse fresco o secarlo para usarlo después.
Plantas utilizadas para hacer concentrado de hojas en casa
Repasaremos estos pasos en un momento, pero primero usted necesita decidir cuales hojas va a usar para hacer el concentrado. No todas las hojas comestibles hacen un buen concentrado. Algunas como la lechuga no tienen suficiente proteína. Otras, como la espinaca malabar hará un mazacote baboso. Algunos son demasiado secos, y otros son demasiado ácidos. A continuación, le damos ejemplos de algunas de las mejores hojas con las que puede probar en casa.
- Caupí o frijol alasín
- Frijol jacinto.
- Arveja austriaca de invierno
No es un accidente que los primeros tres sean legumbres pues estas pueden absorber nitrógeno del aire y por lo general tiene altos niveles de proteína. Los caupis y los frijoles jacintos son cultivos de verano, pero las arvejas austriacas pueden sobrevivir a muy bajas temperaturas y son una planta adecuada para cultivar cuando en el invierno su jardín no está en producción.
El trigo y la cebada son cultivos de granos familiares. Ambos tienen hojas con altos contenidos nutritivos que pueden ser cosechadas antes de que se formen las semillas. Ambos son excelentes cultivos para el concentrado de hojas y también pueden adaptarse a las bajas temperaturas.
Las arvejas de invierno y la cebada pueden sembrarse juntas o intercaladas.
La ortiga y el quelite cenizo son dos hierbas que pueden usarse. Las ortigas crecen por lo general en parches densos cerca las orillas de los ríos. El quelite cenizo es un cultivo familiar y es una hierba con frecuencia cultivada en las granjas.
La moringa es un árbol pequeño tropical muy productivo con hojas extremadamente nutritivas.
Existen otras plantas que pueden usarse para hacer concentrado de hojas, pero esto es suficiente para empezar.
Así que, hagamos el concentrado de hojas:
- Primero remueva las hojas de los tallos y lávelas bien en agua limpia.
- Después córtelas en pedazos del tamaño de sus dedos.
- A continuación, muela o macere las hojas. Para quienes no tienen energía eléctrica un molino manual de carne funciona bien. Si le añade un volante más al molino, esto hará más fácil el trabajo.
- Usar una licuadora es aún más fácil. Por lo general las licuadoras de más de 1000 vatios de poder funcionan bien. Revise el vatiaje en la parte inferior de la licuadora antes de comprar una. Las baratas tienden a tener poca fuerza para hacer el concentrado de hojas.
- Añadir un litro de agua a la licuadora y prenderla en la velocidad más alta. Gradualmente echar las hojas cortadas en el hueco de la tapa. Deténgase cuando la licuadora no funcione con facilidad. Esto varía dependiendo de la licuadora.
- A continuación, eche las hojas ya licuadas en un colador forrado de una tela de nylon fuerte, y exprima o presione con fuerza para separar el jugo de la fibra.
- Usted puede tratar de apretar aún más la pulpa al usar un palo en caso de necesitar más fuerza, pero con esta técnica es posible romper el nylon.
- Después de haber separado la mayor cantidad de jugo de la fibra, caliente el jugo de hojas rápidamente hasta hervir y a la vez revuelva suavemente.
- El calor hace que las proteínas y aceites del jugo de hojas formen una cuajada que flota a la superficie. Al revolver suavemente usted evita que las cuajadas se quemen al fondo de la olla la cuajada empieza a formarse antes de que el jugo hierva, pero el hervor asegura que toda la cuajada se forme y le da una mejor seguridad en cuanto a los patógenos que quedan en las hojas. Es suficiente con dejar hervir unos segundos.
- Ahora saque toda la cuajada verde, déjela escurrir y enfriar.
- Presione o apriete contra un lienzo de algodón para remover la mayor cantidad de líquido posible. Por lo general usamos muselina cruda, pero cualquier tela funciona, incluso una tela fuerte como la de los jeans.
- Esta cuajada húmeda es el concentrado de hojas y debe exprimirse al máximo posible hasta que se desmorone con facilidad. Esto requiere de algo de fuerza y de paciencia. Puede ser usado de inmediato o sequela para usarlo después.
La limonada enriquecida es una de las mejores maneras de consumir concentrado de hojas. La vitamina C en los limones hace que el hierro del concentrado se absorba mejor.
Si usted lo va a secar para usar luego, pase la cuajada por un cedazo de 6 mm o ¼ de pulgada. Esto le ayudara a secarlo más rápido y más uniformemente. Un secador solar básico funciona muy bien para secar la cuajada
El proceso se divide en tres partes: el concentrado de hojas, la fibra y el líquido sobrante, que es similar a un suero cuando se hace queso. El suero debe ser del color del té, pero no opaco.
Este cuadro muestra un boceto de las tres partes en el proceso de las hojas. Aproximadamente el 5% de concentrado de hojas, 45% de fibra y 50% de suero.
Una cucharada de concentrado añade mucha proteína, hierro, calcio y vitamina A a la dieta. Por lo general tiene un suave sabor a hojas y puede añadirse a recetas tradicionales. Puede ser de gran ayuda para las personas en recuperación de enfermedades o en cualquiera que necesite un suplemento en su dieta.
La fibra es un alimento excelente para las vacas, caballos, ovejas, cabritos y conejos (aunque probablemente contenga demasiado calcio como alimento principal de los conejos mayores de 6 meses). Las gallinas y los cerdos por lo general comen fibra, pero al igual que nosotros, no digieren la celulosa, así que no les beneficia mucho. Por lo general, los animales se acostumbran al nuevo alimento en el lapso de una semana.
Para los que tienen jardines caseros la mejor manera de usar los tallos y la fibra sobrante es regresarla al jardín como mantillo o compost, estos sobrantes hacen un mantillo excelente.
El líquido o suero restante del concentrado puede también usarse en el jardín, contiene suficiente nitrógeno y potasio, y es valioso como fertilizante líquido. Debe diluirse en el mismo volumen de agua antes de aplicarlo a su jardín.
Hacer concentrado de hojas en casa es bastante trabajo. Pero es interesante hacerlo, aunque sea una sola vez y puede hacer la diferencia en la salud de los niños malnutridos y de gente con enfermedades crónicas.
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